En la final de la Copa Korać el entonces entrenador Ignacio Pinedo, falleció de un infarto cuando apenas se llevaban 16 minutos de la final del partido de ida. Aquella imagen impactó tanto en los jugadores que no pudieron sobreponerse en la prórroga del partido de vuelta de aquella final. Sin embargo, en la siguiente temporada pudieron dedicarle un triunfo con la conquista de una emotiva final de la Recopa de Europa en Nantes gracias a la canasta de Ricky Brown y con Clifford Luyk en los banquillos.