Un jugoso negocio que aprovecha el tirón mediático del deporte rey para hacer caja. El primero, un Boy Band del comienzo del milenio. Su vigésima séptima temporada como profesional no está yendo de la mejor forma para el Parma, que está más cerca del descenso a la Serie C que de los puestos de ascenso directo a la Serie A, pero sus actuaciones personales siguen de alto perfil.