En los años 20 ya se incorporó la corona para certificar la «realeza» del equipo, pero cuando se toma esta foto, a principios de los años 30, la República impide todo distintivo monárquico. El diseño no cambió durante los años 40, pero los pantalones se hicieron más cortos y las camisetas tuvieron su versión veraniega e invernal. Las 70.000 personas que compraron las entradas en menos de una hora para este sábado no corean goles, gritan a pleno pulmón cuando Ibai Llanos entra para reventar el estadio.