De estar relegadas a un espacio principalmente deportivo, como un elemento identitario de las aficiones, han pasado a formar parte de un universo en el que la moda y este deporte se han convertido en el tándem perfecto. El partido fue un éxito y decidieron mantener este color para siempre. Finalmente, el juego del gato y el ratón con la Policía Municipal acaba con una persecución hasta una de las bocas de la estación de Gran Vía, algunos, incluso, invadiendo la calzada en su huida.