Durante todo el descenso por la Patagonia argentina una de las cosas que más he disfrutado aparte de sus paisajes es su gastronomía. Entonces, de la misma manera que sería extraño que uno mismo tenga dos o más talles de la misma prenda, sería extraño que otro lo tenga. Dejaron sus casas y templos, emigraron a las montañas y la selva se tragó todo vestigio maya con su frondoso manto.